Aclaro ante todo que ni este escrito ni "Si yo fuera" son míos. En este blog no se pretende robar letras, sino compartirlas.
Cuentan que una vez, en un lugar escondido de la Madre Tierra, se reunieron todos los sentimientos y cualidades de los hombres, y aconteció cuanto sigue.
El aburrimiento ya bostezaba por tercera vez cuando, la locura, como siempre tan loca, propuso lo siguiente.
-Oye...¿Y si jugamos todos al escondite?.
La intriga, cercana a la locura, levantó una ceja intrigada mientras la curiosa curiosidad preguntó.
-Escondite...¿Qué es eso?¿Cómo se juega?¿Es divertido?.
La locura, sonriendo explicó.
-Es un juego en el que yo, tapándome los ojos empiezo a contar...y todos vosotros os escondeis en lugares imposibles de encontrar. Cuando mis números se detengan en un millón me destaparé y comenzaré a buscaros uno a uno y, al primero que encuentre, le cederé mi lugar en este juego infinito.
El entusiasmo, comenzó a bailar secundado por la euforia, la alegría comenzó a saltar tan alto tan alto que terminó por convencer a la siempre dubitativa duda, e incluso a la apatía que jamás se interesaba por nada ni nadie.
Pero...en este juego...no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse...¿Para qué?, Siempre me encuentran...
La soberbia tampoco quiso participar por considerar estúpido el juego, aunque, en realidad, le molestaba demasiado que la idea no hubiese salido de ella.
La cobardía...sintió temor y prefirió no arriesgarse...
-Uno...dos...tres...comenzó a contar la Locura...
La primera en esconderse fue la pereza que, como siempre ha hecho y siempre hará, se dejo caer tras la primera sombra de la primera piedra del camino.
La fe se escondió en el cielo y, la envidia se cobijó tras la sombra del triunfo que, con su propio esfuerzo había llegado a la copa del árbol más alto de la Tierra.
La generosa generosidad casi no tuvo tiempo de esconderse pues, según caminaba por el mundo descubría lugares especiales para todos sus compañeros...
Descubrío un helado lago cristalino...para la belleza...
una pequeña grieta en un árbol...para la timidez...
el vuelo de una mariposa...para la voluptuosidad...
una ráfaga de viento...para la libertad.
Ya nerviosa por no encontrar un buen escondite decidió esconderse tras los rayos del sol.
El egoismo, encontró un perfecto escondite para él...grande, ventilado, cómodo, pero, porsupuesto, solo para él.
La mentirosa mentira optó por esconderse en el fondo más oscuro de los océanos...aunque en realidad os estoy mintiendo porque se escondió detrás del arco iris...
La pasión y el deseo corrieron campo a través de la mano hasta que un espectante volcán fue testigo de su escondite...en el centro del mismo se refugiaron.
El olvido que también participó en el juego decidió esconderse en...mmm....mmm...pues no me acuerdo pero...tampoco es determinante en esta historia.
Esconderse, se escondió seguro.
Ay Locura...
Contando ya 999.999 y a punto de empezar a buscar solamente un sentimiento no había encontrado escondite...
Ay Amor...
-¡Un millón! contó la locura, y comenzó su búsqueda.
La primera en aparecer fue la pereza...a tres pasos de la piedra...
A la fe la escuchó dar gritos...discutía con Dios sobre teología...
La pasión y el deseo...allí, allí los sintió en su refugio oscuro, en su eterno vibrar provocado por un volcán.
La descuidada envidia se dejó encontrar y claro, Locura, dedujo donde estaba el triunfo...
Ay egoismo...
¿Cómo saliste de tu escondite sin que te encontrase nadie? Claro...te metiste tú solita en un enjambre de abejas...
Caminó...y caminó la Locura y la sed se hizo palpable...se acercó al lago y...allí encontró a la belleza.
La duda...también apareció enseguida pues se encontraba sentada sobre una valla de madera decidiendo aún de que lado esconderse...
Así, muy poco a poco fueron apareciendo todos...la mentira detrás del arco iris (mentira...se escondió en el fondo del océano).
Ay olvido...
Ni siquiera recordabas que jugabas al escondite...
Todos cayeron tras la Locura, todos, menos el amor que...no aparecía por ninguna parte...
Locura...
Buscaste detrás de cada árbol, bajo todos los arroyos de la Tierra, en la cima de cada montaña...entre la infinita eternidad...pero no le econtraste...
Cansada de buscar y buscar tus ojos, sin más se fijaron en un rosal de enormes rosas rojas...te acercaste a ellas y con una pequeña horquillita pinchaste sus corazones uno por uno...
Un grito se escuchó y tras él, apareció el herido Amor con los ojos ensangrentados y dando pasos a tientas...
Ay Locura...ay Amor...
Triste destino de un amor ciego que jamás vovlió a ver pero que, a partir de aquel día se guió por los ojos de la Locura...
Desde aquel día en el que por primera vez se jugó en la Tierra al escondite, y en el que el Amor, ciego de por vida, se dejó acompañar por la locura.
Cuentan que una vez, en un lugar escondido de la Madre Tierra, se reunieron todos los sentimientos y cualidades de los hombres, y aconteció cuanto sigue.
El aburrimiento ya bostezaba por tercera vez cuando, la locura, como siempre tan loca, propuso lo siguiente.
-Oye...¿Y si jugamos todos al escondite?.
La intriga, cercana a la locura, levantó una ceja intrigada mientras la curiosa curiosidad preguntó.
-Escondite...¿Qué es eso?¿Cómo se juega?¿Es divertido?.
La locura, sonriendo explicó.
-Es un juego en el que yo, tapándome los ojos empiezo a contar...y todos vosotros os escondeis en lugares imposibles de encontrar. Cuando mis números se detengan en un millón me destaparé y comenzaré a buscaros uno a uno y, al primero que encuentre, le cederé mi lugar en este juego infinito.
El entusiasmo, comenzó a bailar secundado por la euforia, la alegría comenzó a saltar tan alto tan alto que terminó por convencer a la siempre dubitativa duda, e incluso a la apatía que jamás se interesaba por nada ni nadie.
Pero...en este juego...no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse...¿Para qué?, Siempre me encuentran...
La soberbia tampoco quiso participar por considerar estúpido el juego, aunque, en realidad, le molestaba demasiado que la idea no hubiese salido de ella.
La cobardía...sintió temor y prefirió no arriesgarse...
-Uno...dos...tres...comenzó a contar la Locura...
La primera en esconderse fue la pereza que, como siempre ha hecho y siempre hará, se dejo caer tras la primera sombra de la primera piedra del camino.
La fe se escondió en el cielo y, la envidia se cobijó tras la sombra del triunfo que, con su propio esfuerzo había llegado a la copa del árbol más alto de la Tierra.
La generosa generosidad casi no tuvo tiempo de esconderse pues, según caminaba por el mundo descubría lugares especiales para todos sus compañeros...
Descubrío un helado lago cristalino...para la belleza...
una pequeña grieta en un árbol...para la timidez...
el vuelo de una mariposa...para la voluptuosidad...
una ráfaga de viento...para la libertad.
Ya nerviosa por no encontrar un buen escondite decidió esconderse tras los rayos del sol.
El egoismo, encontró un perfecto escondite para él...grande, ventilado, cómodo, pero, porsupuesto, solo para él.
La mentirosa mentira optó por esconderse en el fondo más oscuro de los océanos...aunque en realidad os estoy mintiendo porque se escondió detrás del arco iris...
La pasión y el deseo corrieron campo a través de la mano hasta que un espectante volcán fue testigo de su escondite...en el centro del mismo se refugiaron.
El olvido que también participó en el juego decidió esconderse en...mmm....mmm...pues no me acuerdo pero...tampoco es determinante en esta historia.
Esconderse, se escondió seguro.
Ay Locura...
Contando ya 999.999 y a punto de empezar a buscar solamente un sentimiento no había encontrado escondite...
Ay Amor...
-¡Un millón! contó la locura, y comenzó su búsqueda.
La primera en aparecer fue la pereza...a tres pasos de la piedra...
A la fe la escuchó dar gritos...discutía con Dios sobre teología...
La pasión y el deseo...allí, allí los sintió en su refugio oscuro, en su eterno vibrar provocado por un volcán.
La descuidada envidia se dejó encontrar y claro, Locura, dedujo donde estaba el triunfo...
Ay egoismo...
¿Cómo saliste de tu escondite sin que te encontrase nadie? Claro...te metiste tú solita en un enjambre de abejas...
Caminó...y caminó la Locura y la sed se hizo palpable...se acercó al lago y...allí encontró a la belleza.
La duda...también apareció enseguida pues se encontraba sentada sobre una valla de madera decidiendo aún de que lado esconderse...
Así, muy poco a poco fueron apareciendo todos...la mentira detrás del arco iris (mentira...se escondió en el fondo del océano).
Ay olvido...
Ni siquiera recordabas que jugabas al escondite...
Todos cayeron tras la Locura, todos, menos el amor que...no aparecía por ninguna parte...
Locura...
Buscaste detrás de cada árbol, bajo todos los arroyos de la Tierra, en la cima de cada montaña...entre la infinita eternidad...pero no le econtraste...
Cansada de buscar y buscar tus ojos, sin más se fijaron en un rosal de enormes rosas rojas...te acercaste a ellas y con una pequeña horquillita pinchaste sus corazones uno por uno...
Un grito se escuchó y tras él, apareció el herido Amor con los ojos ensangrentados y dando pasos a tientas...
Ay Locura...ay Amor...
Triste destino de un amor ciego que jamás vovlió a ver pero que, a partir de aquel día se guió por los ojos de la Locura...
Desde aquel día en el que por primera vez se jugó en la Tierra al escondite, y en el que el Amor, ciego de por vida, se dejó acompañar por la locura.